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lunes, 17 de enero de 2011

Los hombres Cubeta


Los Hombres Cubeta, es la última obra de Melvin Jefferson, un nuevo autor de ciencia ficción conocido entre los internautas por las infinitas descargas diarias de sus relatos publicados en pdf. Ahora Jefferson se ha atrevido con la novela siguiendo fiel a su ámbito, la más pura ciencia ficción, de la que los muy aficionados al género llamarían hard CiFi.

En ella recrea una sociedad futura en la que el poder está centralizado en manos de una sociedad oculta. Cada país conserva su estructura política, pero mediante el Tratado Antártida, lugar en el que se reunieron los principales dirigentes de las grandes potencias en el año 3075, se llegó al acuerdo por el que unos pocos, pero unos pocos con nombre y apellidos serían los que llevarían el rumbo del mundo desde sus apartadas mansiones. Cada una de esas personas posee un conocimiento que le hace imprescindible, contribuyen al desarrolo de las nuevas tecnolgías que dominan el total de las actividades diarias de la población, y son conocidos entre la mayoría como "los poderosos". De esta manera, el objetivo principal de estos dirigentes es el de avanzar a través de la técnica y la industrialización siguiendo un concepto lineal del tiempo, en dónde el avanzar, ir hacia adelante es igual a menos probabilidades de error independientemente del fin moral, de la dirección del descubrimiento. Igual que en la sociedad de Un mundo feliz, la población está dividida según su estatus, Alto, Medio y Bajo, pero sin llegar a estar condiconados a nivel inconsciente como en la gran obra de Huxley.

A oídos de Mathew, un escéptico operario de la tercera escala social, llega el rumor de que existe una clase inferior que primos de amigos han visto con sus propios ojos. Se les conoce como el Cuarto Grado. El chico, un joven de 35 años, aunque profundamente descreído, empleará todas sus energías para desmentirlo. Es así como se adentra en los rincones más oscuros de la pulcra modernidad en la que vive. Explora lugares insospechados... y descubre que verdaderamente existen facetas que Los Poderosos han logrado esconder a la vista de todos, y que su inmundicia se sustenta en su terrible asepsia y deshumanización. Así, en una cafetería, por descuido de un señor con aspecto de dominguero (fachada para ocultar su autentica identidad), se topa con el hallazgo de que existen los denominados Agentes C. Se hace con su placa identificativa que le abrirá todas la puertas en su viaje iniciático pues son los escargados de vigilar que las tres capas sociales no descubran la gran entraña. Es decir El hospital, lugar en el que viven los denominados Hombres C, u hombres Cubeta.

Mathew es testigo de su brutalalidad. Gigantescas habitaciones esterilizadas, cuyas paredes están cubiertas por estanterías color lavanda repletas de cubetas con personas o miembros sueltos flotando en su interior. Es un gran laboratorio en dónde la materia prima es el humano sin su humanidad. Especímenes que viven para las necesidades específicas de la primera clase dominante en el mundo. Generar células madre, sustituciones de cerebro (en este caso crean al cerebro de forma independiente, ninguna de las personas que vive en el hospital tiene conciencia alguna), extracciones de sangre, mujeres-útero, trasplantes de órganos en general, y en los casos más terribles, amputaciones con fines estéticos. Y por supuesto, clones de Los Poderosos cuidadosamente mimados.

Es en definitiva una historia muy similar a La Isla pero con un trasfondo más utilitarista si cabe, ya que el centro de la obra no es el Hospital sino el camino del ciudadano de a pie hasta el corazón mismo de su sociedad.

La ambientación futurista de la novela sobrecoje por su particular frialdad. Su desarrollo tiene lugar en una sobria actualidad en dónde los lugares, las vestimentas y los objetos quedan reducidos incluso estéticamente a su funcilonalidad. En este ambiente, acongoja la forma en la que incluso cuando Mathew se adentra en su parte más oscura, esa sensación de contínua pulcritud aumenta.

La recta final, en la que por fin se da una toma de contacto con los sentimientos del protagonista, es sin duda lo mejor de la obra. Titulado "El Amor", el decimotercer capítulo del libro comienza con el relato del doloroso encuentro con Megan, amor platónico de Mathew desde su más tierna infancia, vagando con la mirada perdida por los pasillos de la Sexta Planta Inferior. Infiltrado como agente descubrirá que ese último nivel situado en el sótano, está destinado a individuos que en algún momento formaron parte de la sociedad pero cuyas cualidades fueron objeto de envidia de algún Poderoso. Este capítulo final hace que merezca la pena sufrir y sentir la desazón que trasmite el protagonista a lo largo de sus páginas.

A pesar de las coincidencias en los detalles generales de la trama, es su particular lirismo lo que la hace una obra única. Seco y distante al principio, implicado en su asombro en cuanto más se acerca a la desesperanzadora verdad, para terminar con una expresión frágil que recuerda a la delicadeza y soledad que se desprende de los relatos de Bradbury en sus Crónicas Marcianas.

Espeluznante distopía que se asemeja de manera inquietante a la realidad de nuestro presente. Desde Vacío Perfecto, animo a Melvin, a quien conocí personalmente en un foro de física, a que no se conforme con estos territorios de "irrealidad" y luche por su obra.

4 comentarios:

Pedro A. dijo...

Gran novela. Jefferson ha mejorado muchísimo desde aquellos primeros escritos que me descargaba en los ordenadores de la facultad cuando Internet era un lujo para ricos.

Ya se habla, incluso, de una versión cinematográfica. Esperemos que esta vez no nos castiguen (de nuevo) con Will Smith.

Hierophant dijo...

¡¡Muchas gracias por el comentario, y sobre todo por los ánimos Lady Morgana!!

Nos seguimos leyendo.

Anónimo dijo...

Si si.... gran obra esta de Los hombres cubata....


si eso la veo en el cine...

Anónimo dijo...

Pedro A.,Will Smith... buf!....además tendríamos que verle la cara en las portadas del libro como con Yo robot, que después de la peli desaparecieron toodas las portadas anteriores(cruzo los dedos para que tampoco atraiga la atención de Tom Cruise).

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