La familia Mutt, sin embargo, conservó intacto su interés en el arte por lo que los padres de Rosetta le criaron rodeada de un ambiente elitista y bohemio, a lo que ella respondió siendo muy elitista y bohemia durante toda su vida.
De joven fundó una pequeña galería de arte en su Philadelphia natal. Por ella (y por su alcoba, situada en un anexo) pasaron los artistas emergentes, a los que conoció en profundidad.
No obstante, su afición por la crítica de arte comenzó cuando intentó emular a Duchamp presentando obras anónimas que fueron aceptadas con limitado éxito. El odio y el rencor, sumado a su innata prepotencia, le convirtieron en una mordaz e infalible crítica de arte que marcó tendencias en su momento.
Tiene publicados una docena de libros, entre los que destacan la trilogía Si eso es una mierda, cojones, Eso lo hace hasta un niño pequeño y ¿Carácter de artista o esquizofrenia?: ¿cuál es el límite? que fueron los libros más consultados de una biblioteca pública de Albacete.
Actualmente Rosetta está semirretirada pero nos ha brindado la oportunidad de disfrutar de su acertada y afilada crítica artística en nuestra publicación.